Un día, un viejo caminaba por la orilla de un río cuando vio a un escorpión ahogándose en el agua. Extendió la mano para salvar al escorpión, pero el escorpión lo picó. El viejo retiró la mano, pero no se rindió. Lo intentó una y otra vez, pero cada vez el escorpión lo picaba.

Un joven que pasaba por allí vio al viejo y al escorpión. Le dijo al viejo: «¿Por qué pierdes el tiempo y te lastimas por un escorpión? ¿No sabes que es su naturaleza picar? Déjalo morir».

El viejo miró al joven y le dijo: «Es la naturaleza del escorpión picar, pero es mi naturaleza salvar. ¿Por qué debería cambiar mi naturaleza por la del escorpión?»

El viejo siguió intentando salvar al escorpión, hasta que finalmente lo logró. Puso al escorpión en la tierra seca y sonrió. Luego siguió su camino, sintiéndose feliz y tranquilo.