Si nos vamos unos años para atrás (¡y no tantos!), encontramos que Mindfulness era un concepto completamente desconocido para la mayoría de la población o que estaba asociado con algo “raro, extraño y marginal”.
Hoy en día, Mindfulness ha sido protagonista de varias portadas de revistas (como TIME) y hay estanterías repletas de libros hablando del tema. Además, Mindfulness es practicado y promovido abiertamente por CEOs, profesionales, empresas, estudiantes universitarios, etc.
Aun así, esto que algunos han llamado «revolución Mindfulness» contiene muchas ideas falsas, malas interpretaciones o expectativas erróneas. Este artículo pretende aclarar algunos de estos «mitos» en torno a Mindfulness.
Es una moda hippie o new age
Hace algún tiempo, Mindfulness se asociaba (y a menudo incorrectamente) con grupos, contextos o movimientos muy específicos y se describía fácilmente como algo ”complejo y raro”. A medida que se hizo popular, se hizo más visible y visto como «una moda». En realidad, Mindfulness (también conocido en castellano como “atención plena”) es cada vez más popular por dos razones principales: por un lado, ha aumentado mucho la evidencia científica sobre los beneficios de la práctica del Mindfulness (solo en 2019 había alrededor de 1200 artículos científicos sobre el tema); por otro lado, cada vez son más los personajes públicos que comparten con naturalidad que son practicantes y que disfrutan de sus múltiples beneficios.
Es una práctica religiosa o espiritual.
Sabemos de muchas culturas o religiones que utilizan prácticas o rituales para facilitar el autoconocimiento y estar presentes en el momento actual (como la meditación, la oración, el yoga, el tai chi, etc.). El Mindfulness (o la atención plena) tal cual lo conocemos y practicamos no está relacionado con ninguna religión o práctica espiritual en particular, y al mismo tiempo, es compatible con cualquiera de ellas. La atención plena es, por lo tanto, introducida y enseñada en el contexto secular.
Es importante aclarar que la meditación de Mindfulness es un tipo de meditación y que hay otros tipos de meditación. Específicamente, la meditación de Mindfulness busca entrenar nuestra atención. Por otro lado, hay otras prácticas de Mindfulness que no son meditación.
Se trata de liberarme totalmente de los pensamientos
John Kabat-Zinn (fundador del programa MBSR y reconocido autor y orador en Mindfulness) dice cuando nos esforzamos por liberar todos nuestros pensamientos, ¡lo mejor que obtendremos será un gran dolor de cabeza! Los pensamientos son naturales y siempre surgirán. Lo que pretendemos con la práctica de Mindfulness es aprender a observarlos con curiosidad, amabilidad y sin juicio, sin involucrarnos demasiado con ellos. Con ello podremos identificar patrones de pensamientos, disminuir el acto de rumiar y rumiar, y dejar espacio para esos pensamientos que son realmente importantes.
No es para mí
Una persona naturalmente acelerada, hiperactiva y estresada recibe como imposible la idea de detenerse por un tiempo y «observar» los pensamientos, emociones o sensaciones del cuerpo. Sin embargo, decimos que cuando alguien siente que no tiene tiempo para detenerse, es entonces cuando realmente necesita hacerlo. El tiempo dedicado a la práctica ayuda a calmar la mente (y el cuerpo) y se compensa con un mayor enfoque, una mayor claridad mental y una mayor experiencia del momento presente. El mundo seguirá siendo «caótico» y aparecerán oleadas de estrés, pero la práctica (con disciplina) ayuda a identificar, lidiar y recuperarse mejor de ese estrés.
Es una solución rápida o panacea.
Vivimos con tanta prisa que nos hemos acostumbrado a respuestas rápidas, incluso instantáneas, a todo aquello que necesitamos. Y a medida que la investigación científica valida los beneficios de practicar Mindfulness, más aumentan las expectativas de resultados rápidos. Pero es importante aclarar que no se trata de leer un libro, asistir a un taller ni uniéndose a un programa intensivo de 8 semanas. De lo que se trata, aquello que te convertirá en una persona más consciente (como su nombre lo indica) es de «practicar» de manera constante. Para experimentar los beneficios, debe haber compromiso, integración, disciplina, incluso resiliencia. Y aunque sabemos que el proceso no siempre será tranquilo y pacífico (como fácilmente esperamos), también sabemos que los beneficios de practicar Mindfulness con regularidad ciertamente valen la pena.
