Sentarse en silencio
es poner la casa en orden,
no en el orden que alguien dijo
o en el que quiero,
sino en el orden que es.
Sentarse en silencio
es prestar atención a uno mismo,
darse cuenta de,
entenderse a si mismo,
no por los sentidos o el intelecto,
sino por estar entero.
Sentarse en silencio
es prestar atención a la vida,
darse cuenta,
entenderla,
notar sus sabores,
trampas y salidas.
Sentarse en silencio
es poner la casa en orden,
llenar y vaciar,
liberarse,
estar listo para la plenitud de cada momento.
– Sussumu Hirayama