Recursos

Las sandalias negras, por Marisel Hilerio

La última vez que regalé unos zapatos a mi madre
elegí unas sandalias negras.
Las estrenó al otro día.
Cuando luego la vi, me quede sorprendido.
Yo se las había regalado para “un día especial”
y le pregunté qué porque las había estrenado tan rápido
y me dijo:
“¿Y si me muero mañana? Las estrenará otra.
Son para usarse ahora”.

¡Dos meses después, mi madre falleció!
Hoy me volví a acordarme de las sandalias negras,
ahora más abiertas de un lado que del otro.
Y recordando, me pregunto:
¿Qué estamos esperando para estrenar?
¿Qué es realmente un día especial
cuando la vida se vive una sola vez?

Así pasamos la vida, esperando el momento adecuado,
el momento preciso, el día especial
para estrenar aquello que nos hará sentir mejor.
¿Cuánta gente llegó aquí sin decir lo que quiso,
sin ponerse lo que quería,
sin regresar a algún lugar o sin pedir perdón?
¿Tú sabes de amores que jamás lo fueron
por esperar un poco más a decirlo?
¿Los matrimonios que se rompieron
porque el otro no dijo perdón primero?
¿Los amigos que dejaron de hablarse
por un malentendido?
¿La familia que jamás volvió a reunirse
porque no encontraba el día?
¿Los sueños que se quedaron en sueño
por esperar la oportunidad?
¿La gente honesta que perdimos
porque fue sincera con nosotros y nos dolió?

¿Y si no llega mañana?
¿Qué dejaste sin estrenar para que otro lo estrene?
¿A quién dejaste que otro amara?
¿Qué palabras dejaste sin pronunciar?
¿Con qué perdón te quedaste en el pecho ?
¿A quién le debes una explicación?
¿A quién debiste darle una oportunidad?
¿A quién debiste cerrar la puerta sin jamás mirar atrás?
¿Qué aventura dejaste sin hacer?

Guardamos sin estrenar palabras, compañía,
sentimientos, sueños,
sólo por miedo a fracasar, por vergüenza
o peor aún, por orgullo.

Y así vamos calmando los latidos del corazón
sin darnos cuenta de que nos quedamos inertes ante la vida,
por esperar a mañana, cuando el mañana no existe,
que el mañana es sólo una esperanza,
una idea que tal vez no llega,
que sólo nos queda hoy.

Hoy hay que estrenar los zapatos,
luchar por lo que amas,
luchar por tu sueño,
vivir equivocándonos, intentándolo,
antes de que otro se atreva a la mejor hazaña.

Y cada mañana, cuando abrimos los ojos en esta tierra de “locos”
es la manera que tiene Dios de decirnos:
"Atrévete a intentarlo, arriésgate,
quizás éste sea el día, si fallas estaré aquí
y si lo consigues, también".

Hoy estuve en el mismo lugar donde está su cuerpo,
con lágrimas en los ojos…
y me acordé de sus sandalias negras
y me dio vergüenza de que quise estrenar unos mocasines de colores
y por miedo a que se mojaran no me los puse…
¿y qué si se mojan? ¡Que se sequen!
¿Y qué si se rompen? ¡Ya los usé!
¿Y qué si no funciona? ¡Lo intenté!

Ahora, ya aquí pensando,
hoy es un buen día para estrenar zapatos…
para comenzar a hacer de los sueños realidad.
¿Y tú que tienes sin estrenar?

Marisel Hilerio Rivera

The School of We

Contacta con TSoW

Si deseas más información sobre nuestros servicios, rellena el siguiente formulario de contacto. ¡Gracias por anticipado!