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4 consejos para hacer la vida un poco más fácil después del COVID19

¿Cómo será ahora cuando entramos en un mundo post-covid? ¿Qué sigue? Con las tasas de vacunación en aumento, todo parece estar reabriéndose Es como si una voz que dijese “Es hora de volver a entrar en la vida”.

Estos momentos, únicos, hacen que muchos de nosotros sintamos una mezcla de entusiasmo y ansiedad por regresar a (otra versión de) la vida «normal». Quizás el entusiasmo venga del regreso a la oficina, las reuniones en persona, las cenas fuera, las celebraciones familiares y la sensación de volver a conectar con los demás. Por otro lado, este eventual regreso a la oficina puede traer ansiedad, nerviosismo al volver a conectar con amigos y seres queridos después de tanto tiempo, o tristeza por tener que abandonar la comodidad y seguridad del hogar. Por cierto, es importante aceptar que todo esto puede estar sucediendo al mismo tiempo.

¿Recordaremos cómo ser «humanos»? ¿Será incómodo volver sabiendo que una conversación superficial podría no ser suficiente después de todo lo que ha pasado? ¿En qué se diferenciarán el trabajo y las relaciones después de la pandemia?

El futuro que estamos inaugurando abre una nueva oportunidad para la autenticidad y la vulnerabilidad. Después de tantas experiencias intensas, esta reentrada puede ser un paso adelante hacia nuestro crecimiento y florecimiento personal y colectivo. Afortunadamente, habilidades como la atención plena (mindfulness) y la inteligencia emocional pueden facilitarnos en este reingreso, ayudándonos a reflexionar sobre lo que hemos aprendido e integrar las lecciones a medida que construimos un futuro nuevo y mejor.

Tómatelo con calma.

Antes de la pandemia, era posible trabajar 8 horas en la oficina y luego reunirse con amigos varias veces a la semana. Ahora, las limitaciones de reunión recomendables ayudan a tomarse las cosas con calma, algo que nos permite reintegrarnos gradualmente sin sentirse abrumado o agotado: tómate más tiempo para descansar y recargar energías por las noches, invita a un café a las amigas de una en una… Lo nuevo ayuda al cerebro a desarrollar la agilidad necesaria para adaptarse a un mundo cambiante, pero demasiado nuevo a la vez puede resultar en un estrés adicional que realmente abrumador.

Sin embargo, ¡no dejes que este consejo de “ir despacio” sea una excusa para no salir! Aunque Netflix puede ser tentador, la conexión social es esencial para nuestro bienestar. Es muy importante salir. Solo hay que asegurarse de prestar atención a cómo responde el cuerpo y manejará mejor el estrés que pueda surgir para regresar a casa cuando sea necesario descansar.

Date tiempo para reflexionar.

Recuerda los primeros días de la pandemia: calles vacías, sentimientos de incertidumbre, la sensación de impermanencia de todas las cosas… ¿Te hiciste alguna promesa que merece la pena recordar? ¿Cuidar de ti y ocuparte de tu bienestar? ¿Pasar más tiempo con tus seres queridos? La pandemia quizás nos haya ayudado a iluminar lo que es realmente importante para nosotros. Ahora, toca darnos un poco de espacio y atención para tener tiempo de reflexionar y asimilar.

No podemos volver a la «normalidad» que una vez conocimos. Esta nueva realidad nos obliga a reflexionar sobre lo que salió bien y lo que aún necesita mejorar para integrar las lecciones que ha traído. Durante el último año, muchas empresas y organizaciones se adaptaron a una nueva forma de trabajar, forzando cambios e innovando para responder a las demandas únicas de este gran desafío. Sin duda, el futuro del trabajo incluirá legados de esta pandemia, como incorporar más trabajo remoto y enfatizar las habilidades centradas en nuestra condición de ser humano. La transición en la que estamos recomienda una reflexión a los los líderes qué es más importante a medida que construimos organizaciones más inclusivas, equitativas y más “humanas”.

Acepta el cambio despertando tu curiosidad.

Creo que no me equivoco si afirmo que nunca antes imaginamos un mundo de cuarentenas, pedidos a domicilio, mascarillas y distancia social. Y, sin embargo, nos hemos adaptado y hemos encontrado nuevas rutinas. En este 2020, muchos hemos practicado el deporte de “navegar por la incertidumbre” hasta la verdadera maestría.

Pero la incertidumbre siempre ha sido y será parte de la vida. Nuestra mejor apuesta no es otra que fortalecer nuestra capacidad para adaptarnos y aceptar los cambios según se van presentando. Para ello, podemos desarrollar competencias de inteligencia emocional como la adaptabilidad y la resiliencia. Además, el mindfulness (o la atención plena) es un gran impulsor de la curiosidad: ayuda a manejar el estrés, lo que genera resiliencia y abre el espacio mental para la curiosidad, la creatividad y la innovación.

No olvides nuestra humanidad compartida y común.

La pandemia nos ha permitido experimentar que estamos mucho más íntimamente conectados de lo que podríamos haber imaginado. A medida que reconstruimos rutinas en el trabajo y en la comunidad, la empatía juega un papel clave para la integración más equitativa de las lecciones de este último año y medio. Recordar la experiencia compartida – recordando que todos somos humanos, dignos de salud, dignidad y respeto – puede ayudarnos a fortalecer la empatía mutua.


NOTA: Este artículo es una traducción y adaptación de la publicación “Tips for Transitioning to Life After a Pandemic” disponible en https://siyli.org/life-after-a-pandemic/

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