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¿Cómo ser más mindful en el trabajo?

Mindfulness es una actitud, una forma de estar en la vida (en todas sus dimensiones) y, por tanto, también es una decisión personal e individual independiente del contexto en el que nos encontremos (trabajo, casa o vacaciones). Sabiendo esto, también reconocemos que hay entornos que facilitan y entornos que bloquean esta intención, y que precisamente el entorno en el trabajo no siempre nos ayuda a permanecer más “mindful”, más «atentos».

Con esto en mente, aquí ofrecemos algunos consejos que pueden ayudar a llevar la atención plena, o el mindfulness, al lugar de trabajo:

  • Definir intenciones: Estar consciente y presente en cada momento es una decisión que podemos elegir. Tomar esta decisión de “estar lo más presente posible” de una manera más clara, ya sea al inicio de nuestra jornada laboral o al inicio de cada tarea, nos servirá como recordatorio de nuestra intención.
  • Eliminar distracciones: Si nuestro objetivo es entrenar nuestra atención, entonces uno de los primeros pasos a dar es eliminar las distracciones tanto como sea posible. Y si las distracciones internas a menudo son muy difíciles de eliminar, hagamos nuestro mejor esfuerzo para gestionar algunas de las distracciones externas. Ejemplos serían reservar franjas horarias sin teléfono móvil, apagar las notificaciones, facilitar espacios de silencio o aislamiento, comunicar nuestros límites…
  • Pausar: Parece muy simple, pero cuando en nuestro día a día estamos muy ocupados, pasamos de una tarea a la siguiente sin detenernos. La propuesta es, tal vez, intentar detenerte y no hacer nada. Solo sé, simplemente. Incluso si es solo durante un minuto. Estos pequeños descansos conscientes a lo largo del día pueden marcar la gran diferencia. Experimenta haciéndolo al principio y al final de la jornada laboral, al principio de cada reunión o llamada telefónica, o al pasar de una tarea a otra.
  • Conéctate con tus sentidos: Conectarnos con nuestros sentidos nos ayuda a evitar pensamientos rumiantes y a estar más «conectados a la tierra». Sea lo que sea que estemos haciendo, y especialmente si experimentamos muchas distracciones, ayudará llevar la atención por un momento a nuestro cuerpo, y desde nuestro cuerpo a nuestros cinco sentidos, simplemente así … la vista, el olfato, el oído, el gusto, el tacto … de manera secuencial, uno tras otro, devolviendo conscientemente la atención al momento presente.
  • Incluye prácticas de mindfulness. Es posible que resulte difícil encontrar un espacio en el que estar en silencio y meditar durante algunos minutos. O incluso tal vez no tengas el tiempo para hacerlo. En cualquier caso, hay prácticas más breves (o microprácticas) que se pueden practicar en cualquier lugar y requieren solo el tiempo que conllevan tres respiraciones. Otras prácticas, las que llamamos integradas, no requieren tiempo adicional ni espacio específico, por lo que se pueden realizar en el ambiente de trabajo.
  • Utilice recordatorios conscientes: Incluso cuando nuestra intención es estar más presentes y atentos a todo lo que hacemos, es habitual que en nuestro día a día nos olvidemos. Los pensamientos repetitivos se convierten en nuestro sistema mental por defecto. Nuestro cuerpo elige el piloto automático para las rutinas diarias porque requiere menos energía. Para disfrutar de los momentos con más intensidad y fomentar nuestra claridad, creatividad y bienestar, utilizar recordatorios para realizar una pequeña práctica puede ser de gran ayuda. Por ejemplo, una alarma en el teléfono móvil; usando una aplicación de mindfulness; colocar post-it en lugares que sean visibles; o usar un objeto, como un reloj o una pulsera, que te recuerde la intención que deseas practicar.
  • Elige monotarea. Varios estudios llevados a cabo en los últimos años han demostrado que la multitarea es un mito. No es posible que nuestra atención esté centrada en dos tareas intelectuales al mismo tiempo. Lo que sucede es que nuestra atención cambia constantemente de una tarea a otra, dejándonos la sensación de que podemos realizar varias tareas al mismo tiempo. Pero esto tiene su propia lista de consecuencias no deseadas. Las investigaciones han demostrado que jugar a la multitarea afecta nuestra memoria a corto plazo, inhibe el pensamiento creativo, crea una mayor tensión mental y ansiedad, afecta la productividad y aumenta la probabilidad de error. Por otro lado, concentrarse en una tarea a la vez (incluyendo no ser interrumpido por correos electrónicos o notificaciones) del teléfono aumenta la productividad y disminuye la ansiedad.
  • Utilizar la comunicación consciente: Normalmente, nuestro trabajo requiere que nos comunicamos a diario con diferentes personas y diferentes medios: por teléfono o en persona, solos o en grupo, de una forma más formal o informal. La comunicación consciente es una práctica que podemos incluir en nuestra rutina laboral y, probablemente, también es la más impactante. Cuando hables con alguien, elige deliberadamente prestar atención a lo que dice la otra persona. Sin agenda previa, sin interpretaciones y sin juicios, sin historias añadidas. Escucha atentamente, abiertamente, con curiosidad. Pon tu atención en el otro, pero sin perder nunca la pista de tu propia presencia, para que tu comunicación sea más precisa y efectiva.
  • Utiliza pequeños hábitos: según BJ Fogg (fundador y director del Laboratorio de Diseño de Comportamiento de Stanford), para facilitar la creación de un nuevo hábito, debemos asociar lo que quieres empezar a hacer (de una forma muy pequeña y con poco esfuerzo) con una rutina ya establecida. Por ejemplo, cada vez que suena mi teléfono (rutina), respiro profundamente (nuevo hábito) antes de contestar. Luego, nos comprometes con este nuevo hábito durante algunos días, celebrando cuando lo conseguimos, como paso previo para hacer crecer el pequeño habito en la dirección del nuevo hábito que anhelamos para nosotros.
  • Encontrar compañero. A veces no encontramos intereses comunes con colegas del trabajo simplemente porque no compartimos los nuestros. Si aprovechamos cualquier oportunidad para compartir nuestros puntos de vista, como en una conversación de café, durante un taller o mientras leemos un artículo en una revista, podemos descubrir fácilmente que también otras personas comparten intereses similares (ya sea el interés por el bienestar, el manejo del estrés o el mindfulness)… Conectando con personas con intereses similares, éstas se convertirán en aliados y agentes motivadores para nuestras propias intenciones conscientes. Con el tiempo, quién sabe, incluso todas juntas podáis aprovechar la oportunidad e integrar el mindfulness en la cultura de vuestra organización.
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