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El valor de la inteligencia emocional en tiempos difíciles (parte 1)

Con el COVID-19 extendiéndose por el planeta, podemos afirmar que el mundo ha cambiado de manera fundamental. Todo se ralentiza y, simultáneamente, todo es más urgente e intenso, especialmente en el trabajo. Es un mundo nuevo y es un mundo más difícil. Es un mundo VICA (VUCA en inglés), donde “VICA” un concepto militar que bien describe situaciones que son Volátiles, Inciertas, Complejas y Ambiguas. Este término ilustra perfectamente el momento actual y las grandes incógnitas, tanto a corto como a largo plazo, que la pandemia impone tanto en la empresa, la sociedad y en el yo.

En este contexto, la inteligencia emocional puede ayudarnos a navegar los cambios y los desafíos a los que nos enfrentamos de una manera que sea sostenible, eficaz y resiliente. Si siempre ha sido una habilidad importante, ahora parece que ya no es opcional.

¿Por qué la inteligencia emocional?

Esta es una época de emociones intensas, con sentimientos abrumadores de estrés, aislamiento y desconexión. Los desafíos que traen estos sentimientos resultan más fáciles cuando entendemos que las emociones subyacentes son el miedo, la rabia y el asco y además sabemos gestionarlas. Dicho de otra manera, la inteligencia emocional es la capacidad de ser consciente de nuestras propias emociones, manejarlas deliberadamente y utilizarlas en relaciones con empatía y compasión.

La inteligencia emocional (ó IE si nos quedamos con las siglas) incluye autoconciencia, autogestión, conciencia social y gestión de relaciones. Nosotros usamos prácticas basadas en mindfulness para entrenar la autoconciencia, que es a su vez la base de las otras competencias de IE. Si desarrollamos nuestra IE, que se hace a través de algunas prácticas simples, podremos disfrutar de los siguientes 5 beneficios.

1. Mayor calma y concentración.

2. Manejar las emociones y tomar decisiones acertadas.

3. Aumentar la resiliencia.

4. Potenciar la creatividad y la innovación.

5. Construir conexión y colaboración.

Exploremos los dos primeros ahora y dejemos el resto para la próxima publicación.

1. Mayor concentración y calma

Dada la gran incertidumbre que nos rodea, nuestra mente va a doscientos: a veces, quizás tienda a «avanzar rápidamente» como si fuese una gran lente que sólo busca catástrofes; a veces, quizás se sienta abrumada por la sobrecarga de información; a veces, quizás entre en distracción permanente ya que somos muchos los que simultaneamos más roles y tareas que nunca: trabajamos desde el salón de casa, y desde allí, planificamos grandes cambios en el trabajo mientras nos convertimos un expertos en salud pública y nos involucramos extraordinariamente en la educación de nuestros hijos.

El mindfulness (o atención plena) nos facilita anclarnos en el momento presente y observar cuándo nos ausentamos y nos desviamos de él, lo que nos facilita concentrarnos en la tarea en mano y estar más presente en nuestras diversas relaciones. Además, también nos ayuda a observar pensamientos y emociones, o incluso la información nueva que llega, sin dejarnos exhaustos ni arrastrarnos donde no queremos ir. Al hacerlo, la práctica de mindfulness construye nuestra meta-consciencia, o consciencia de dónde está nuestra atención, lo que nos ayuda a discernir qué cosas son más importantes, a las que tenemos que prestar atención, especialmente cuando hay tantas cosas diferentes que compiten por nuestra atención.

A menudo, el resultado se integra como una mayor claridad y calma, lo que facilita regular a la baja nuestra respuesta reactiva ante una amenaza, e involucrar nuestro pensamiento racional de orden superior y ejecutivo, lo que nos equipa para gestionar nuestras tareas y nuestras vidas con mayor habilidad.

  • La práctica de “Atención Focalizada” ayuda a aumentar el enfoque, la claridad y la calma.
  • La práctica de “Atención Abierta” desarrolla nuestra capacidad para observar nuestros pensamientos y emociones sin quedarnos atrapados en ellos.

2. Manejar las emociones y tomar decisiones mejor deliberadas

Con tanto cambio alrededor, resulta poco recomendable confiar en nuestros comportamientos de piloto automático, totalmente reactivos. Sin embargo, debemos saber elegir qué respuesta satisface mejor la situación que tenemos enfrente y que está en evolución. Partiendo de un estado de concentración y calma, el mindfulness se convierte en una herramienta que aumenta la autoconsciencia de nuestros estados y recursos emocionales, y desde ahí, nuestra capacidad para gestionarlos y emplearlos de la manera eficaz para responder a cada situación (en términos de IE: para fomentar la autoconsciencia y la autogestión).

En situaciones de estrés, cuando más utilizamos nuestros recursos internos para sobrevivir, tendemos a volver a nuestros patrones automáticos o habituales, muchos de los cuales pueden ser ineficaces o insostenibles en las actuales circunstancias (diferentes de aquellas otras donde surgió el patrón automático). El aumento de nuestra atención plena y autoconsciencia trae consciencia a nuestro estado interno, hábitos y recursos, lo que nos permite elegir deliberadamente una respuesta diferente y más efectiva.

Además, aunque seamos impotentes ante la magnitud de los cambios y la incertidumbre que nos rodea, el simple hecho de desarrollar la habilidad de tomar una decisión más consciente nos dará un sentir de control y empoderamiento mayor, abriendo así el camino hacia una mayor resiliencia.

  • La práctica del “Escaneado de Cuerpo” ayuda a desarrollar una consciencia de alta resolución de lo que está sucediendo fisiológicamente en nuestros cuerpos, para así mejorar nuestro conocimiento de emociones y comportamientos.

¿Cómo puede ayudarte The School of We (TSoW)?

Nuestro enfoque para desarrollar la inteligencia emocional utiliza la atención plena como base para cultivar la autoconsciencia, que luego se convierte a su vez en la base de todas las demás competencias de IE. Cuando se cultiva de esta manera, sabemos que la inteligencia emocional es altamente entrenable.

En TSoW ofrecemos varios talleres y programas que construyen IE de esta manera. Permíteme destacar dos:

  • Nuestra propuesta premium es Search Inside Yourself (SIY). Como declara SIYLI, la evaluación de más de 1.500 participantes del programa SIY proporcionan evidencias de su mejora en una amplia gama de habilidades de IE, incluida la capacidad para manejar el estrés, la resiliencia y la empatía. Hoy por hoy, ofrecemos el programa SIY también en un formato online, 100% digital en vivo y en directo, con el poder del programa presencial pero adaptado a estos tiempos de contacto físico limitado.
  • Además, ofrecemos el programa Moving Forward, un nuevo programa de 8 horas también en formato online, 100% digital en vivo y en directo, que ayuda a enfocarse en las áreas de mayor necesidad: superar las emociones negativas y desarrollar habilidades de resiliencia.

En todos los programas que facilitamos, ya sea online o en persona, elegimos unir a las personas y que conecten de manera significativa con los demás para así conseguir experiencias interactivas y transformadoras.

(NOTA: Este artículo es una adaptación del post publicado originalmente en inglés en el blog de SIYLI bajo el título “Emotional Intelligence is not optional”)

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